El Zakat es el tercer pilar del Islam y una obligación, tanto como la oración o ayunar en Ramadán, para todo musulmán que cumpla los requisitos para ello. Además, el Zakat es un derecho de quienes lo reciben sobre la riqueza de quienes tienen que pagarlo. Es también una forma de poner la riqueza en circulación en la sociedad y de evitar su estancamiento.
El Zakat es, ante todo, una orden de Allah a sus criaturas la cual viene inmediatamente después de la adoración.
Parte de la sabiduría de esto es que el Islam no es solo un sistema de creencias y una forma de adoración, sino que es una cosmovisión del ser humano y la creación, y la relación de este con la sociedad es parte inherente a esto.
Buscar la forma de establecer la recogida y entrega de Zakat es un fard al-kiffayah, una obligación comunitaria, responsabilidad que si nadie la está llevando a cabo recae sobre toda la comunidad. El hecho de que, ante la falta de otras alternativas, uno mismo haga su recuento y entregue el Zakat de forma privada para cumplir con su obligación personal, no redime de la obligación de que comunitariamente se establezca. Esto es así porque el Zakat no es una dádiva personal -una sádaqa- sino que es una institución que se tiene que establecer comunitariamente para asegurarse de que quienes tienen derecho a recibirlo lo hacen y facilitar el pago a quienes tienen que hacerlo.
Es evidente entonces que para que tal cosa sea posible es necesario el reconocimiento de una autoridad que lo recoja -no se da voluntariamente- y lo reparta. Esta es la forma tradicional de acuerdo con la sunna del Profeta, la paz sea con él, y los primeros musulmanes.
En lugares donde hay una autoridad clara, como países cuyo gobierno es musulmán, recae en ellos tal obligación. Es en otros lugares donde esta autoridad no existe, como países donde los musulmanes son una minoría, surge la necesidad de que la comunidad, y especialmente sus dirigentes, quienes estos sean, se organicen para hacerlo.
Por estas razones la Fundación Mezquita de Sevilla, de la mano de su presidente, Ibrahim Hernández, ha puesto en marcha la iniciativa de Zakat Sevilla. La intención de esta iniciativa es que, de una forma transparente y responsable, se establezca una plataforma para facilitar que quienes tengan que recibir el Zakat sepan dónde y cómo pueden hacerlo y quienes tienes que pagarlo sepan cómo y cuánto.
La forma jurídica por la que Zakat Sevilla se regirá será de acuerdo con el Fiqh Maliki. Por lo tanto, es necesario exponer que, de acuerdo con la posición mayoritaria en este, no se paga Zakat sobre el valor nominal del papel moneda, puesto que el Zakat se paga sobre el valor intrínseco de una bien. Ahora bien, al ser el papel moneda la forma monetaria extendida hoy día y otras formas con valor intrínseco estar en desuso, nos encontramos en una situación de darura, necesidad, y el perjuicio de no pagar sobre el valor nominal del papel moneda es mayor que el de pagarlo. Por lo que esto permite la aplicación del Zakat al valor nominal del papel moneda sin tener en cuenta su valor intrínseco.
La filosofía de Zakat Sevilla es que sea una institución transparente y confiable además de abierta a cualquier persona que cumpla los requisitos para recibirlo o pagarlo. También primamos la localización del Zakat; aquel Zakat que se ha recogido en un lugar debe de distribuirse en ese mismo lugar principalmente, a menos que no hubiese nadie para recibirlo.
Para esto Zakat Sevilla se compromete a auditar y publicar las cuentas de forma regular y a llevar un registro, totalmente confidencial, de quienes lo entregan y lo reciben.
Zakat Sevilla es un servicio que la Fundación Mezquita de Sevilla lleva años prestando de forma privada pero que entendemos que ha llegado el momento de hacerlo público, puesto que es parte de nuestras obligaciones. Por esta razón, el objetivo es que Zakat Sevilla sea una institución independiente al servicio de todos los musulmanes de Sevilla.