Ha sido relatado de Anas Ibn Malik, en el Bujari, que el Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le de paz, dijo: «Entre los signos de la Hora (el fin de este mundo), están la desaparición del conocimiento, el establecimiento de la ignorancia, el beber vino y la aparición de la fornicación».
Abu Hurayra relató del Profeta, que Allah le bendiga y de paz: «El conocimiento será retirado, la ignorancia y la sedición aparecerán y habrá un montón de matanzas».
El primero de esos signos del deterioro de la humanidad y la aproximación del fin del tiempo es la desaparición del conocimiento que nosotros tenemos la orden de buscar en las palabras de Allah: «Di: Señor, incrementa mi conocimiento» (20:114). La importancia del conocimiento y sus consecuencias es expresada en el Corán: «sólo Sus esclavos que tienen conocimiento temen a Allah» (35:28) y «sólo aquellos con conocimiento lo entenderán» (29:43); y «Y ellos dicen: ‘si sólo hubiéramos oído o usado nuestros intelectos no habríamos estado entre la gente del Fuego'» (67:10). La lista de Ayats acerca de esto sigue y sigue. Sin conocimiento, no podrás temer a Allah y no entenderás y por lo tanto podrás terminar en el fuego.
El Mensajero de Allah, que Allah le bendiga y le de paz, dijo: «Si Allah desea el bien para alguien, le da entendimiento del Din. El conocimiento se gana a través del aprendizaje». Abu Dharr señaló a su cuello y dijo: «Si tu pusieras la espada aquí y yo pensara que puedo terminar de decir un hadiz que haya escuchado del Profeta antes de que acabes conmigo lo haría (diría el hadiz).
Ali declaró: «El conocimiento es mejor que las posesiones, porque el conocimiento te guarda a ti mientras tu guardas las posesiones. El conocimiento gobierna mientras que las posesiones son gobernadas. Las posesiones disminuyen al gastar mientras que el conocimiento se incrementa con ello.»
La gente de conocimiento son los ‘herederos de los Profetas’, como el Mensajero de Allah dijo. Él también dijo: «La sabiduría añade honor al noble y exalta al esclavo hasta que llega al nivel de los reyes». Él, que Allah le bendiga y le de paz, también dijo: «Un solo ‘faquih’ es más temible para Shaytan que mil adoradores». Esto es porque aquel que tiene conocimiento puede distinguir entre lo haram y lo halal y ver los peligros y maquinaciones de Shaytan y así evitar las trampas que el pone.
Pero debes tener cuidado con el conocimiento. El conocimiento puede ser peligroso. Puede ser confundido con información y puede ser mal utilizado. Hammad ibn Salama, que era considerado uno de los Abdal, dijo: «cualquiera que dice un hadiz por la causa de otro que Allah, será confundido por el». Un comentarista señaló que el conocimiento puede confundirlo porque el conocimiento es como un fiero león y el Hadiz es el núcleo del conocimiento. Este león solo puede ser dominado a través de la ayuda de Allah, mediante el temor de Allah y la sincera intención. Incluso si tu dominas al león, tienes que permanecer alerta porque si te descuidas se volverá de nuevo rebelde. Entonces el león atacará a su dueño y lo matará. El conocimiento es una peligrosa criatura que requiere precaución y cuidado.
Esto está reflejado en lo que el Profeta, que Allah le bendiga y le de paz, dijo, que es narrado en Al Bujari: «Allah no quitará el conocimiento a Sus esclavos, sino que el conocimiento será retirado con los hombres de conocimiento que serán retirados hasta que no quede ni un solo hombre de conocimiento. La gente tomará a ignorantes por líderes que serán consultados acerca de cosas y darán Fatwas sin ningún conocimiento. Ellos se extraviarán y extraviarán a los demás». Esto no significa que no habrá bibliotecas o libros de tafsir, de hadiz y de comentarios. Otros hadices hablan de gente que sabrá el Coran de memoria pero no entenderán sus significados. Su conocimiento permanecerá en los libros y en las lenguas pero no en los corazones y en los miembros.
Abu Darda relató que él oyó al Profeta decir: «Allah reveló a uno de los profetas: ‘di a aquellos que estudian fiqh por un propósito diferente que el Din y a aquellos que adquieren conocimiento por un propósito diferente al de actuar en concordancia con él, que tienen ante la gente la apariencia del cordero, pero internamente son lobos depredadores. Sus lenguas son más dulces que la miel, pero sus corazones son mas amargos que la hiel. Actúan engañosamente contra Mí y Me desdeñan. Yo los confrontaré con pruebas que confundirán hasta al más juicioso».
Ibn Masúd declaró: «El Corán fue revelado para que los hombres puedan dirigir sus vidas de acuerdo con su enseñanza. Sólo si lo haces, tu vida funcionará».
Abu Allah ibn ‘Ata’ dijo: «El conocimiento depende de que se actúe con el». Así es como Imam Ash-shafi dijo: «Conocimiento no es lo que se memoriza. Conocimiento es lo que beneficia». En otras palabras, lo que tiene resultados.
El objetivo del Conocimiento Musulmán es buscar la complacencia de Allah y crear y mantener un entorno en el que uno pueda actuar sin interferencias para complacer a Allah, adorar a Allah como Él debe ser adorado y seguir las ordenes de Allah y evitar aquello que Él ha prohibido. Es extremadamente difícil poner en práctica el conocimiento si uno está ahogándose en un mar de usura, privado de cualquier liderazgo que te enseñe a nadar ahí, y no digamos ya a salir de él. De aquí se deriva la necesidad de reconocer la naturaleza destructiva y haram de la usura y la necesidad de establecer el emirato, el liderazgo musulmán, para ayudar a poner en practica la acción con conocimiento.
La acción es obligatoriamente más amplia que la esfera de lo individual. Es muy importante no reducir el Islam a la estrechez de una religión privada, separada del terreno de la acción política y social, como hizo la reforma con el cristianismo, demoliendo la unidad política de la cristiandad y reemplazándola con una nebulosa área de conciencia privada. De hecho, la tendencia de los modernos reformadores del Islam, es intentar insinuar eso mismo dentro del Islam, junto con el punto de vista de que si el estado espiritual de uno es correcto, o lo parece, entonces no hay una apremiante necesidad de llevar el asunto a la arena social. Esto resulta en complacencia y gradual debilitamiento de Islam, y en la erosión de su fuerza económica, política y social. De este modo, lo que empezó como una pequeña fisura, pronto se hace una enorme grieta.
Allah, dice:»Tenéis un buen modelo en el Mensajero de Allah» (33:21). La palabra que Allah usa para decir modelo es ‘uswa’ que significa ejemplo o ejemplar y la raíz de la palabra también connota cura y consuelo. La cura, según la raíz de la palabra ‘asa’ es una cura con cirugía. La cura aquí es de naturaleza quirúrgica; es cortar la raíz del mal para curar el cuerpo. El cuerpo en este caso es la Umma musulmana que ha dejado de actuar según lo que es conocido. La verdad es que se está fallando en la acción porque los autodenominados líderes están sofocando la acción y otros lideres ambiciosos están dirigiendo a la gente en la dirección incorrecta.
La Umma musulmana está definitivamente necesitada de cura, pero la cuestión es ¿donde encontrarla?. La respuesta es: en el modelo de comportamiento enseñado por el Profeta, que la paz y las bendiciones de Allah sean con el, que continuó siendo practicado en Medina donde la mayoría de los Compañeros estaban. ‘Abdellah ibn ‘Umar dijo: «Cuando ocurra una sedición, si la gente refiere el asunto sólo a la gente de Medina y si ellos coinciden en algo, entonces el asunto se pondrá en orden. Pero cuando un perro ladra, la gente lo sigue». Esto es porque, como hemos dicho, el hadiz es un león: El jurista ‘Abdellah ibn Wahb dijo: «El Hadiz extravía a la gente que no es gente de conocimiento. Si no hubiera sido por Malik y Al-Layth, yo me hubiera perdido». Le preguntaron: ‘¿Cómo es eso?’ y él dijo: «Yo sabía un montón de hadices y eso me confundía. Yo solía presentárselos a Malik y a Al-Layth y ellos me decían: ‘toma este y deja ese'».
De aquí se deriva la importancia de seguir a los que saben el significado del hadiz y si se actuaba por él generalmente o no. ‘Umar ibn al Khatab, dijo: «Yo he prohibido, por Allah, El Elevado, El Exaltado, que un hombre transmita un hadiz que difiera de la acción sobre ese asunto». Es decir que diga algo diferente de lo que la práctica confirmada de la gente de Medina era. Malik Ibn Anas dijo: «Los hombres de la gente de conocimiento entre los tabi’un relataban hadices que les habían sido transmitidos y decían: «No somos ignorantes de ellos, pero la acción de los Compañeros era diferente».
Ibn Mahdi dijo: «A menudo, tengo muchos hadices sobre un asunto en particular, pero veo a la gente de suffa, a la gente de Medina, actuando de modo contrario. Por lo tanto, en mi opinión, esos hadices se hacen débiles». Ibn al-Mu’adhdhil dijo: «Yo oí a un hombre preguntar a Ibn Majishun, ¿Porqué relatas el hadiz y después lo dejas?». Él contestó: «Para que se sepa que lo dejamos con total conocimiento sobre el». Es importante señalar que ninguna de las sediciones y sectas que se desarrollaron lo hicieron en Medina porque ellos aplicaban este criterio.
El proceso que ellos seguían es descrito en una carta de Malik bin Anas a al-Layth ibn Sa’id: «Después de que el Profeta, que la paz y las bendiciones de Allah sean con el, pasó a la otra vida, la gente siguió a aquellos de su comunidad a los que les fue dada autoridad después de él. Cuando ocurría algo sobre lo que ellos tenían conocimiento, ellos lo llevaban adelante, pero si no sabían, entonces consultaban acerca de ello y seguían lo más fuerte de lo que encontraban sobre el asunto en cuestión, a través de Ijtihad ayudado por la proximidad en tiempo de su contacto con el Profeta, que Allah le bendiga y le de paz. Si alguien se oponía a ello y decía algo más fuerte que la norma que ellos habían establecido, y mejor que ella, entonces la dejaban y actuaban según lo último.
Después, los Tabi’un que les siguieron, siguieron ese camino y siguieron esa sunna. Puesto que el asunto de Medina era externo y sobre lo que se actuaba, yo no he visto a nadie que se opusiera a esto por causa de la herencia que ellos han recibido sobre la que a nadie le está permitido plagiar ni pretender. Si la gente de otras ciudades hubiera empezado a decir ‘esta es la práctica de nuestra ciudad y esto es lo que hacían los que nos precedieron, no hubieran tenido certeza sobre ello'».
Parte de este camino es ser extremadamente cuidadoso con precipitarse en declarar algo haram. Malik dijo: «Nada es más duro para mi que cuando se me pregunta algo acerca de lo halal y lo haram porque esto es absoluto en el juicio de Allah. He conocido gente de conocimiento y fiqh en nuestra tierra y si alguno de ellos era preguntado sobre eso, era como si prefiriera morir antes que recibir esa pregunta. Pero veo a la gente de ahora, deseando discutir sobre ello y dar fatwas. Si hubieran entendido que eso es lo que están dejando para el mañana, hubieran hecho poco de esto. En cuanto a ‘Umar ibn al-Khattab, ‘Ali y los mejores de los Compañeros, y la mejor generación a la que el Profeta, que Allah lo bendiga y de paz, fue enviado, cuando las preguntas les llegaban, ellos reunían a los Compañeros del profeta, y preguntaban. Después y sólo después de eso, daban un Fatwa sobre el asunto. La gente de nuestros días, se enorgullecen de su conocimiento y de sus fatwas. No era el asunto de aquellos que nos precedieron que eran seguidos y sobre los cuales Islam estaba basado, el decir: ‘Esto es halal y esto es haram’ sino que decían, ‘ a mi me desagrada esto y yo pienso esto’. Pero en cuanto a lo halal y a lo haram, esto es inventar cosas contra Allah».
Malik también prohibió argumentar acerca del Din. Él dijo: «Discrepar o argumentar sobre asuntos de conocimiento, quita la luz de la creencia del corazón». Y también dijo: «las disputas endurecen el corazón de la gente y crean rencor». Malik fue preguntado: «¿Debe un hombre con conocimiento de la sunna argumentar sobre ella?», él dijo: ‘no, él debe informar a la gente acerca de la sunna si ellos lo aceptan de él. Si no, el debe permanecer en silencio.’ Esto no quita la discusión activa sobre asuntos de fiqh con el ánimo de encontrar la verdad, sino que excluye el debate por el debate. Porque lleva al endurecimiento de las posiciones y a la descalificación del oponente en el calor de la discusión.
De modo que tenemos tres tipos de gente en cuanto al conocimiento:
– El que sigue el verdadero conocimiento y lo aplica.
– El que busca satisfacer sus apetitos.
– El que busca que la gente siga sus opiniones.
Incidentalmente, Platón también dividió a la humanidad en esas tres categorías de acuerdo con el elemento del alma que prevalece en ellos.
En cuanto a lo que concierne al verdadero conocimiento, hay la siguiente historia de Hatim al-Asamm y el conocimiento que él adquirió de su maestro Shaqiq al-Balkhi. Se ha relatado que Shaqiq preguntó a Hatim que por cuanto tiempo había estado con él, Hatim replicó que treinta y tres años. Shaqiq entonces preguntó: ¿y qué has aprendido durante ese tiempo?. Hatim dijo: ‘ocho cosas’. Shaqiq exclamó: «A Allah pertenecemos y a Él seremos devueltos, he gastado mi vida entera enseñándote y tu sólo has aprendido ocho cosas?». Hatim respondió: «no he aprendido nada más y no quiero mentir acerca de ello».
Shaqiq dijo: «Dí entonces cuales son esas ocho cosas».
Hatim respondió: «He mirado a mi alrededor y he visto que todo el mundo tiene algo o alguien a lo que ama y con lo que permanece hasta que le llega la muerte. Y después aquello que amaban los deja. Por eso yo he hecho las buenas acciones el objeto de mi amor, de modo que cuando mi hora llegue, lo que he amado me acompañe a la tumba». Shaqiq dijo: «Has hecho bien, Hatim. ¿Cual es la segunda cosa que has aprendido?».
Hatim dijo: «He reflexionado sobre las palabras de Allah: ‘Para aquel que teme la estación de su Señor y mantiene a su ser de espaldas a las pasiones, el Jardín será su lugar de residencia’ (79:40-41). Yo se que lo que Allah dice es la Verdad y por lo tanto me he esforzado conmigo mismo para repeler la pasión (hawa) hasta que estaba bien establecido en obediencia a Allah.
«En cuanto al tercer punto, he mirado a la gente y he visto todo el mundo atesora y exalta cualquier cosa de valor que tiene en su poder. Entonces examiné las palabras de Allah: ‘aquello que poseéis se desvanecerá, mientras que lo que está con Allah continuará’ (16:98). Entonces yo empecé a dar a Allah todo lo de valor que venía a mi posesión para que permaneciera en Su preservación.
Lo cuarto es que miré a la gente y vi que todo el mundo ponía su confianza en la riqueza, la descendencia, el honor y el linaje. Cuando examiné esas cosas las encontré sin sustancia. Entonces consideré las palabras de Allah: ‘Verdaderamente el más noble de vosotros a los ojos de Allah es el que tiene más taqwa (Consciencia de Allah)’ (49:13). De modo que me dediqué a tener Taqwa, para poder tener honor a los ojos de Allah.
Lo quinto es que miré a la gente y vi que se calumniaban y se maldecían entre ellos por envidia. Entonces examiné las palabras de Allah: ‘Somos Nosotros los que distribuimos la provisión que ellos disfrutan en la vida de este mundo’ (43:31). Entonces abandoné la envidia y me hice hermano de la gente, sabiendo que la porción de cada uno viene de Allah. Desde entonces no he sentido la enemistad de la gente.
Lo sexto es que vi a los hombres luchando entre ellos y oprimiéndose entre ellos, por lo que me volví a lo que Allah dice: ‘Shaytan es un enemigo para vosotros, por tanto, tomadlo como un enemigo’ (35:6). Así, tomé a Shaytan por mi único enemigo y me esforcé duramente por estar en guardia contra él porque Allah ha testificado que él es mi enemigo. De acuerdo con esto, dejé de odiar a nadie más.
Lo séptimo es que vi a todo el mundo corriendo detrás de su pan diario, rebajándose y entrando en toda clase de cosas ilícitas para obtenerlo. Entonces examiné las palabras de Allah: ‘No hay criatura sobre la faz de la tierra cuya provisión no sea responsabilidad de Allah’ (11:8). Entonces me di cuenta de que yo era una de esas criaturas cuya provisión es responsabilidad de Allah y me ocupé con lo que es debido a Allah y dejé mi provisión a Él.
Lo octavo es que miré a la gente y vi que todos ellos ponían su confianza en algo creado, uno en su tierra, otro en su riqueza, otro en su trabajo, y otro en su salud física. Todos ellos ponían su confianza en lo que ha sido creado del mismo modo que han sido creados ellos. Me volví a las palabras de Allah: ‘Cualquiera que ponga su confianza en Allah, Allah es suficiente para él’ (65:3). Por tanto puse mi confianza en Allah y Él es suficiente para mi.»
Shaqiq exclamó: «Hatim, que Allah te de prosperidad. Yo he estudiado las ciencias de la Torah, El Evangelio, Los Salmos, y el Inmenso Corán y he encontrado que todo el bien contenido en todos ellos, gira alrededor de esas ocho cosas. Cualquiera que las practique, ha puesto en práctica los cuatro Libros”.
Aisha Bewley