Islam y naturaleza

El siguiente discurso fue pronunciado por Farah Hernández en el 13º Festival Islámico de Mértola el 24 de mayo de 2025.

Assalaamu Alaykum,

Como bien sabéis, el título de esta charla es ‘el islam y la naturaleza’ pero ya que eso están amplio, me gustaría hablar del entendimiento que nos da el Islam acerca de nuestra relación con la naturaleza, y para darle un marco claro, accesible y fácil de entender en un contexto de actual, voy a usar el marco que nos ofrecen unos campos de razonamiento ya existentes y que probablemente muchos ya conozcáis ya que están siendo discutidos cada vez más hoy en día en vista de la situación actual mundial.

Para aquellos que no los conocen los explico brevemente.

Ecotheology

El primero es la ECOTEOLOGIA (campo interdisciplinar que explora la relación entre la fe, la naturaleza y la crisis ambiental. Investiga como las creencias religiosas y las practicas espirituales pueden influir en nuestras actitudes hacia el medio ambiente y como la teología puede contribuir a la resolución de problemas ecológicos.

Algunos conceptos relacionados con la eco-teología:

  • Relación entre Dios y la naturaleza (analiza como la religión entiende la relación entre Dios y la creación)
  • Sostenibilidad y responsabilidad (examina la responsabilidad como humanos y la necesidad de vivir de manera sostenible)
  • Ética ambiental (investiga como las creencias religiosas pueden informar las decisiones éticas relacionadas con la naturaleza
  • Justicia ambiental (explora la relación entre justicia social y la justicia ambiental)

ECOLOGIA ESPIRITUAL

El siguiente marco que voy a usar para contexto actual para esta visión Islámica que vamos a estudiar es el de la y ECOLOGIA ESPIRITUAL como describe su nombre, es un enfoque que busca conectar la ecología con la espiritualidad.

Los Conceptos con los que trata son:

  • Conexión entre espiritualidad y ecología. (Ve a la naturaleza como un ámbito sagrado, un reflejo de lo divino y una fuente de conexión espiritual)
  • Cuidado del medio ambiente (promueve la responsabilidad humana buscando una relación harmonía con la naturaleza y no una relación de dominación.
  • Conciencia de la interconexión (resalta la interdependencia de todos los seres y la importancia de armonía)
  • Y la Integración ya que incluye múltiples enfoques, espiritualidades orientales, y cosmovisiones indígenas que incluyen la vida como un continuo acto de oración y agradecimiento, conocimiento y relación con la naturaleza.

La ecología espiritual busca generar un cambio de consciencia y un nuevo paradigma para la relación del ser humano con la naturaleza, promoviendo una visión más integradora y sostenible, enfatizando en la importancia de la contemplación, la compasión y el cuidado en la relación con la naturaleza. Y se plantea como una respuesta a las estructuras socio-políticas de alejamiento de y falta de intimidad con la creación y su esencia sagrada, que llevan establecidas en los últimos siglos.

Bajo este marco, la ecología y la espiritualidad se complementan mutuamente. Solo siendo conscientes de nuestra dimensión espiritual, podremos sabernos parte de un Todo, lo que nos llevara a una actitud de admiración y respeto, y no ya de dominación y explotación del planeta.

Wikipedia nos dice que ‘La trayectoria actual ha tenido lugar predominantemente en un contexto judeocristiano occidental, teñido por la capitalización del mundo, y es dentro de este contexto que la humanidad experimentó la perdida de la naturaleza sagrada de la creación y nuestra desconexión con la misma, con consecuencias devastadoras’

John Stanley dice que ‘nuestro estado natural es uno de afinidad con la naturaleza. Y que existe una conexión entre nuestro amor y cuidado por la naturaleza, nuestra experiencia espiritual y nuestro sentido moral.’

Thomas Berry, unos de los escritores más importantes en el tema de ecología spiritual, escribe en uno de sus textos: ‘el universo es la más suprema manifestación de la Sagrado’, más adelante escribe que ‘la parte más profunda de nuestra separación de la creación, está en nuestro olvido de su naturaleza sagrada, que es a la vez, nuestra propia existencia sagrada’ y nos dice que ‘tenemos que recobrar nuestra visión, nuestras habilidades de VER’.

Como Podemos ver, ambas teologías, coinciden en reconocen que es crítico admitir y abordar la dinámica espiritual en la raíz de la degradación social y medioambiental. Y nos indican que la base del problema está en nuestro olvido y desconexión con lo divino y que esa desconexión espiritual de la que sufrimos, va paralela a la desconexión con la naturaleza, y con la desconexión con la esencia de quienes somos.

La cuestión es como volver a reconectar, como recordar eso que sabíamos y parece que hemos olvidado. ¿Pero cómo volver a ese conocimiento que intuitivamente reconocemos? ¿Y a donde nos lleva ese ‘volver y esa reconexión” de la que se habla?

(Como la propia palabra ‘reconectar’ indica, partimos de una noción de que de alguna forma, todos hemos estado conectados, y que esa conexión es una parte intrínseca de nuestra condición como seres humanos)

 Aquí es donde, cogiendo este hilo que nos regala el discurso actual, vamos a intentar entender este proceso bajo la lente de comprensión que nos brinda el Islam.

El primer paso para reconectar con la naturaleza, es reconocer, tal y como nos dicen Biólogos como Kimmers, o sugieren sufíes como al-Ghazali, que ‘la separación, es parte de la enfermedad que ocurre cuando dejamos de ver a la naturaleza como algo viviente y sagrado’

Esto es algo que para los Musulmanes está muy claro.

Allah dice en el Corán: “Los siete cielos, y La Tierra lo glorifican, así como todo los en ellos están. No hay una sola cosa que no lo glorifique alabándolo, sin embargo, vosotros no entendéis su glorificación’ sura Isra verso 44, y de nuevo en el verso 1 del capítulo 59. “todo lo que hay en los cielos y en la tierra glorifica a Allah y Él es El Insuperable sin igual, El Sabio” en estos versos Allah es explícito en su otorgación a toda la creación, de una capacidad espiritual de adoración, y aclara que, si no somos conscientes de ello, es solo por nuestra falta de comprensión.

En el verso 1 del capítulo 59 dice Allah “Las estrellas y los árboles se postran en sumisión”.

Diferentes versiones de estos versos, aparecen en al menos siete capítulos del Corán, pero no solo eso, el Corán va más allá con su descripción de la naturaleza como algo vivo y consiente, cuando en el Surat 99, verso 4 y 5 nos habla de la tierra como testigo. “ese día contara lo que sabe, por inspiración de su Señor”

Este grado que Allah le otorga a la naturaleza con la capacidad de adorar y dar testimonio ante El, forman una visión Islámica sobre la naturaleza o la creación, que está muy lejos de la posición a la que hemos llegado en la actualidad, y se acerca más a ese modo ancestral o ‘indígena’ a la que los contemporáneos nos llaman, de verla como algo vivo y cercano, no solo físicamente, sino espiritualmente. Una creación que está en constante adoración y es por así decirlo, sagrada.

La diferencia clara con estas cosmovisiones, es que, en el islam, no adoramos a la creación por tener este ‘estatus’, si no que adoramos solo a El creador, junto con el resto de su creación.

Esto puede parecer que nos pone de alguna manera, en el mismo plano que el resto de los seres vivos. Existimos y adoramos tal como un árbol o una montaña, bajo voluntad Divina.

Pero aquí de nuevo, Allah nos marca nuestro lugar en la creación y nos otorga el título de Khalifas de la creación y con ello nos otorga un grado por encima de ella en los siguientes versos “Él es quien os hizo khulafa en la tierra, y ha elevado a unos por encima de otros para poneros a prueba con lo que os ha dado”.

La primera parte de este verso nos eleva, la segunda parte sugiere una responsabilidad.

El término Khalifa o Khulafa, se traduce del árabe como sucesor o representante.

Si a estos versos del Corán, los unimos con el siguiente verso del sura 4 “Todo cuanto hay en los cielos y en la tierra pertenece a Allah. Y Su conocimiento lo abarca todo”, juntos nos dan a comprender nuestra posición como cuidadores de algo que no es en realidad nuestro.

Una parte central de la creencia del Islam se basa en el principio de la Amanah, un valor fundamental que viene de este conocimiento de que todo, incluido nuestros propios cuerpos, nos son dejados en confianza de Allah, para su buen uso. Amanah de la misma raíz que Imán (creencia) puede traducirse como confianza, el encargo asumido, o préstamo.

Y como con cualquier préstamo, esto acarrea una responsabilidad.

Esto, en términos modernos de ecología espiritual, lo describe Robin Wall, cuando habla de cómo cuando ‘nuestras habilidades de observación y agradecimiento crecen, llegamos a comprender que el tener un regalo, es también tener una responsabilidad’.

Y cuando ella habla de esta responsabilidad, pone como ejemplo los principios de ‘la cosecha honorable’, una medida dentro de las creencias indígenas, por la que guiarse para que las transacciones entre todos los seres de la creación sean siempre de benéfico tanto para la mano que recibe, como la que da.

En Islam, Allah nos otorga el regalo de la abundancia de la creación y nos recuerda no solo que no nos pertenece, sino que es también para beneficio de todas las criaturas, en suras como el de la misericordia, 55,9.10. “La tierra ha sido creada para todas las criaturas” y en el Sura 80,24-32, “Y que se fije el hombre en lo que come! Es cierto que hacemos que caiga agua en forma de precipitaciones y luego hendimos la tierra en surcos y hacemos crecer en ella el grano, vides, hortalizas, olivos, palmeras, frondosos jardines, frutas, pastos, para disfrute vuestro Y DE vuestros rebaños’

Pero además de esto, cuando Allah nos otorga el rango de Khalifas en la tierra, también nos da a través del Corán y el ejemplo del Profeta Mohamed (la paz sea con él), una guía clara y detallada del comportamiento que debemos adoptar con Su creación, estableciendo una ley divina de parámetros a seguir, que aseguran esta harmonía y bienestar de todos, y nos advierte de no caer en el abuso.   

Este código de leyes divinas en Islam es llamado, la Sharía, O el camino claro. Que traducido literalmente como el camino que conduce al agua lo que nos hace pensar en un camino que fluye.

Este código es extenso y detallado e influye nuestra manera de actuar con toda la creación.

En lo que conlleva a nuestro trato con el mundo natural, nos pone parámetros en los que caben perfectamente códigos como el de la cosecha honorable, donde dé se insiste en no coger más de lo que necesitamos y ofrecer gratitud y cuidado hacia lo que recibimos (o como diríamos en Islam, lo que cogemos en confianza)

En el código de la cosecha honorable, los cazadores se ven a si mismos como responsables del cuidado de su presa y su entorno, estableciendo leyes de como cazar, donde cazar y cuando cazar, además del respeto y cuidado debidos al llevar a cabo esta necesidad.

En el Islam usamos los términos Halal y Haram para establecer estos parámetros, Lo licito o permitido y lo ilícito o no permitido.

Y si miramos por ejemplo a lo que hace que un animal sea halal  para nosotros, vemos que esto va mucho más allá de una raza especifica de animal, y que en realidad, se basa en toda una serie de condiciones que tienen que estar presentes para que nos sea permitido sacrificar un animal para nuestro consumo, como serian el asegurarnos de la buena salud del animal, de que sea de un mínimo tamaño y edad, de que no haya sufrido, y de que le hayamos honrado con su debido rezo antes de sacrificarlo entre otras cosas.

De hecho, en la Sharía esta incluso regulado el número de días que puede trabajar un carnicero, para asegurarse de que este no pierde su sensibilidad con el proceso de quitarle la vida a un animal.

Estas leyes, aseguran la reciprocidad y consideración con el animal, si no hemos tratado al animal con el cuidado, el respeto y el honor debido y no lo hemos sacrificado siguiendo estos principios, sus carnes no nos está permitida.

Asimismo, tenemos innumerables Hadithes que nos llaman y este cuidado, respeto y consideración con todo. Como es el bello hadith donde el Profeta Mohamed la paz sea con él, nos dice que ‘no desperdicies el agua, incluso si estas en un rio- cuando hacemos las abluciones obligatorias.

De este modo Este Camino o Sharía, juntos con la sunna del Profeta, los Hadithes y los conceptos islámicos de Rahma (compasión), Shukur (agradecimiento), Tawazun (armonía), y Karam (generosidad), nos llaman inequívocamente a la equidad y respeto profundos con los todos los seres vivos, ya que parten del conocimiento de que todo pertenece a Allah y de que todo en la creación es un reflejo de sus atributos, sagrado para nosotros.

Estas bases como comportamiento y consideración, permean todos los aspectos de la vida de un musulmán. Y sus frutos son visibles en el legado que los musulmanes dejaron, por ejemplo, en Al-Andalus, donde todo: el arte, la arquitectura, las ciencias e incluso la arquitectura, Estaban basadas en estos conocimientos y dejaban un aroma de harmonía en todo lo que hacían.

Pero además de reestablecer la santidad de la creación, aclararnos nuestra posición en ella y darnos unas pautas claras de comportamiento par con ella, de forma que nos pone en harmonía con ella, esta lente cosmológica del islam va aún más allá, y Allah nos habla constantemente de la naturaleza como punto de reflexión y como señal y guía.

En el sura 41, verso 53, Allah dice, ‘Les haremos ver Nuestros signos en el horizonte y en ellos mismos hasta que se les haga evidente la verdad’.

Sura 3 verso 190, “es cierto que en la creación de los cielos y la tierra y en la sucesión del día y la noche hay señales para la gente de contemplación’

Unos de los más grandes shayuj sufi, Shayj Mohammad Ibn Al Habib, nos dice en su famosa Qasida “Reflexiona sobre la belleza de la forma en que están hechos tanto la tierra como el mar y contempla los atributos de Allah exterior y secretamente.

Entonces aceptarías la realidad del Tawhid con todo tu ser, y te apartarlas de toda ilusión, incertidumbre y alteridad’

Ciertamente, este gran sufí, nos asegura, que simplemente observando y reflexionando profundamente en las bellezas de la creación, podemos llegar a comprender y aceptar la realidad del Tawheed (la unidad de la existencia) con todo nuestro ser, no solo de forma intelectual, sino con todo nuestro ser, lo que señala a un conocer profundo, de corazón.

En otra Qasida suya, leemos “Los atributos de la esencia de Allah están escondidos y desvelados en partes de la creación. Y todo aquel que comprenda esta sutileza, esta entre la gente de conocimiento’

En el islam, la práctica de observar la naturaleza a modo de comprender los significados profundos de la realidad de la existencia se llama Tafakkur, Y Allah nos llama constantemente a ello en el Corán.

Atreves de esto, se habré una puerta hacia las ciencias del Tawheed (la creencia en la unidad de Dios), lo que conlleva a una transformación espiritual y un estado de comprensión y adoración que nos lleva por su propio peso a entender y tomar, formas de ser en armonias con nuestra fitra (la esencia natural de ser)

Y esta, es la respuesta a esa pregunta que nos hacíamos al principio, de cómo volver y a donde nos lleva esa ‘reconexión’, Allah nos ofrece a su creación como guía para comprender esta Verdad de ‘ser’ que parece que hemos olvidado.

Si vamos trenzando estas verdades que se nos abren a través de la observación y reflexión, (a través del Tafakkur), y una vez descubierta la creación como un reflejo de la unidad y grandeza divina, nuestros actos se transforman.

En un corazón entero, la generosidad despierta generosidad. En una relación de amor y admiración, los actos de cuidado mutuo sal de forma natural y son de hecho uno de los lenguajes de expresión de este amor. Cuando honramos algo, cuando lo amamos, sale de nosotros de forma natural el querer protegerlo y cuidarlo.

Los musulmanes sabemos, que no Podemos asumirnos como algo separado de la naturaleza, ya que eso significaría asumirnos separados de Allah.

Y de alguna forma, Allah con su misericordia, ha querido que no nos desliguemos nunca de la naturaleza y que no podamos romper esos lazos de unidad con ella, forzándonos a que nos mantengamos unidos a ella haciéndonos interdependientes. (de hecho, dependemos nosotros de la naturaleza más que ella de nosotros)

Nuestro alimento viene de la tierra, y la salud de nuestros alimentos, depende de la salud de la tierra en la que crecen. Para poder respirar, necesitamos oxígeno y la salud de nuestro oxigeno depende de la salud de los árboles.

Pero no solo se nos ha ligado a la creación para Nuestro sustento, eso hoy en día es fácil de olvidar y la mayoría de los niños de hoy ya no Saben de donde proceden los alimentos que consumen, Sino que, como musulmanes, Allah ha ligado a la naturaleza nuestros ritos obligatorios de adoración.

Nuestras oraciones son marcadas por el movimiento del sol, nuestros meses sagrados comienzan con el avistamiento de la luna, puso las estrellas para guiarnos en los caminos y nuestro cuerpo, termina en la tierra, sin cajas ni separaciones.

Pero no deberíamos esperar a que nos falte el oxígeno para girarnos a mirar a los árboles, ni tendríamos que acudir a llamadas ecológicas ‘de salvar a la tierra’ para pararnos a reflexionar sobre la interconexión que existe entre nosotros y la naturaleza.

Y lo cierto es que el mayor regalo no es para la naturaleza a través de nuestro cuidado y respeto, el mayor regalo es el que nos hace Allah a nosotros, que ha hecho posible que a través de la observación de su bella creación, podamos llegar a conocerlo en sus atributos y manifestaciones, elevando nuestra capacidad spiritual. Y el regalo de poner una guía tan clara y tan simple y accesible, que nos permite acceder a un conocimiento tan profundo, y de una forma en la que incluso si no somos personas capaces de gran reflexión intelectual, podemos llegar a este conocimiento a través del corazón. Por transmisión directa de su manifestación divina en la creación.

Esta es su promesa, y esta es su infinita Rahma y tenemos que reclamarla, no podemos permitir que la intoxicación de estos momentos en los que vivimos, nos aleje de esta verdad tan bella que forma parte de los fundamentos del Islam.

¿Y qué pasaría si simplemente siguiéramos este consejo de observación y reflexión con la creación? si pudiéramos, con esta lente que nos ofrece Allah, ver la naturaleza como algo vivo y maravilloso, algo que está en constante adoración, ¿repleto de regalos y guía para nosotros?

Si pudiéramos, por unos momentos reflexionar con sinceridad, en la absoluta perfección de la creación y nos permitiéramos el regalo de sentirnos parte de ella.

Si pudiéramos abrirnos a honrar lo que observamos simplemente con nuestro reconocimiento y agradecimiento

Porque quizás, ese momento de prestar atención, es el momento que precede inevitablemente, a una exclamación de adoración, pues no hay corazón sincero que no reconozca la verdad cuando se le da espacio para ello.

Y en ese momento de adoración sincera, nos sumamos al resto de la creación y cumplimos con eso que el Corán nos asegura una y otra vez, de que todo en el universo, incluidos nosotros, fue creado como parte de la unidad de la existencia que late en adoración, amor y sumisión a la guía divina. 

Y es por esto, por todo esto, que nuestra relación personal con la naturaleza, se vuelve algo imprescindible, porque tiene una llave puede abrir tremendos secretos en Nuestro interior.

Y Allah lo ha hecho fácil, dulce, bello, placentero. No cuesta trabajo mirar una puesta de sol. No requiere tremendos esfuerzos admitir la belleza de una flor. 

El mayor esfuerzo que se requiere en estos momentos, es el de no permitir que nos cieguen con distracciones y mentiras. Y como musulmanes, no caer en la creencia errónea y capitalista de que ‘pasar tiempo en observación de la naturaleza es una Pérdida de tiempo’ y algo que debemos hacer solo como ocio. No perdemos nunca nada en hacer algo que Allah nos manda hacer. Solo existen ganancias en ello. Incluso científicamente, para los no musulmanes, está probado de mil maneras, como el pasar tiempo en comunión con la naturaleza, nos deja solo beneficio. Físico, mental y spiritual.

Mi invitación hoy es que sigáis vuestros instintos, que escuchéis a vuestros ojos que quieren observar y a vuestro cuerpo que quiere estar. Que os permitáis seguir esa llamada interior. Que os enamoréis de este mundo tan maravillo en el que vivimos, que lo recibáis como un regalo divino, que permitáis que vuestros hijos, desde pequeños forjen una relación de proximidad con la naturaleza, y que hagáis esto con anhelo y con confianza de que os conduzca a un lugar de Volver a ser lo que habéis sido creados para ser.

El ser humano, es el único ser creado que duda del motivo de su existencia, pero se nos han dado herramientas y caminos para recordar. Y esta de la que hablamos hoy, es una de ellas, tal y como Allah nos promete en el Corán.

Úsala, es fácil. Es bella.

Al Fatiha.