Jutba: Sobre los extremistas. (25.08.17) – Shaykh Ahmed Bermejo

Musulmanes, os exhorto a que tengáis Taqwa de Allah, ya que la Taqwa de Allah es el único camino que conduce al éxito y al triunfo en esta vida y en la próxima.

Siervos de Allah, lo cierto es que hoy deberíamos hablar del noble pilar del Hayy y sus significados, de la importancia del sacrificio en el día del ‘Id, de la sunna de ayunar el día de ‘Arafah, pero no lo vamos a hacer, ya que estamos viviendo unos tiempos duros y difíciles, unos tiempos en los que las realidades se confunden, unos tiempos oscuros en los que vemos actos atroces que se perpetran en todos los rincones del planeta, unos tiempos en los que los extremos están venciendo a la cordura y al camino medio y, desgraciadamente, vivimos unos tiempos en los que estamos sumidos en la más absoluta ignorancia y desconocimiento.

La ignorancia es el origen del miedo y el miedo es el origen del odio, ya que se teme a lo desconocido y ese desconocimiento provoca el extremismo que conduce al odio y al rencor. Nosotros, como musulmanes de este tiempo y este lugar, tenemos la obligación y la responsabilidad de dar a conocer el verdadero mensaje del Islam, de quitar los velos que rodean al nombre del Islam hoy en día, y esa es una responsabilidad que recae sobre los hombros de cada uno de nosotros.

Pero para poder hacerlo, el primer paso es que nosotros como musulmanes conozcamos nuestra realidad, una realidad que está distorsionada, pues son demasiados los grupos de los llamados a sí mismos musulmanes que, estando desviados como están, manchan el nombre del Islam; y no sólo no se contentan con eso, sino que se consideran a sí mismo los únicos musulmanes y basándose en su desviada creencia se permiten la osadía de declarar no musulmanes a la inmensa mayoría de musulmanes de todo el mundo.

Esa inmensa mayoría de la que se olvidan y a la que desprecian son los considerados desde hace siglos como Ahlu Sunna wa’l Yama’ah, gente de la Sunna y la yama’ah. Y estos son los que, en cuanto a la creencia, siguen las enseñanzas ash’aris y maturidis y entre los que se encuentran también la gente de la preservación del Hadiz. En lo referente al fiqh, son los que pertenecen a las cuatro escuelas jurídicas: Hanafi, Maliki, Shafi’i y Hanbali. Y en lo que se refiere al conocimiento, las cualidades de carácter y la purificación del nafs, son la gente del sufismo puro según el método del sayyid de este grupo, el imam Al Yuna‘id, y el de los imames bien guiados que le han seguido.

Los descritos hasta ahora son, por consenso de los ulamas, la gente de Ahlu sunna wal yaha’ah; y esta es nuestra protección. Todo el que se mantiene en este camino estará a salvo del extremismo, del fanatismo, de la desviación y de cometer actos atroces y condenables, como de los que hemos sido testigo en los últimos días, pues sabrán que nada de ello está permitido en el Din del Islam.

Este es el Islam de Ahlu sunna wal yama’ah, de la gran, de la inmensa mayoría de musulmanes del oriente y el occidente de la tierra. Lo que ocurre es que existe una minoría, que desgraciadamente se va extendiendo cada vez más, que se consideran los poseedores de la verdad y que abogan por eliminar todo esto, por apagar la luz del Islam, por ocultar el mensaje del Islam, y lo hacen basándose en un discurso de odio y de oscuridad, un discurso de resentimiento que está totalmente alejado del corazón, del alma, de la luz del Islam.

Estos movimientos, que cuentan con caudales ilimitados de financiación, son realmente peligrosos; y lo son tanto para los musulmanes como para toda la humanidad, ya que atacan a todos los seres humanos, independientemente de su religión o creencia. Estos movimientos, que los podemos llamar wahabismo o salafismo, u otros existentes, alejados de la verdadero comprensión del Islam, son tremendamente peligrosos y todos nosotros debemos protegernos de ellos, pues no traen nada bueno, no hay nada bueno en ellos, aunque a los ignorantes les atraigan y les encandilen con sus discursos y sus bellas palabras.

La manera de oponernos a ellos es mediante el conocimiento, el conocimiento de nuestro Din, el conocimiento de lo que es el Islam tradicional; esa es nuestra salvación, les combatimos con conocimiento y equilibrio, nunca con odio e irracionalidad, ya que eso es lo que ellos quieren, eso es lo que ellos pretenden, ese es su campo, buscar el enfrentamiento, el odio y la enemistad, allí es donde ellos nos quieren llevar, a ese enfrentamiento es a donde pretenden llevar a toda la humanidad, y en ese campo ninguno de nosotros debe entrar, pues entonces la corrupción y el mal se extenderá sobre la tierra.

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Hoy en día es muy doloroso para nosotros que por las acciones de un puñado de desviados e hipócritas tengamos que andar pidiendo perdón por lo que no hacen la gran, la inmensa, mayoría de los musulmanes. Nos aflige y hace daño a nuestros corazones la cantidad de sufrimiento que un puñado de gente despreciable está causando, el enorme mal que unos pocos están haciendo a la imagen del Islam y de los musulmanes; y lo peor de todo es que esa gente, esos seres desviados, proclaman actuar en nombre del Islam. Os lo vuelvo a repetir una vez más, y se lo digo a ellos también, el Islam no os interesa, no sabéis lo que es el Islam, el Islam está libre de lo que hace esa gente, el Islam es inocente de lo que hacen esos seres despreciables.

Esa gente se aprovecha de la falta de conocimiento, se aprovecha de la ignorancia en la que estamos sumidos. Se acercan a ti con una sonrisa agradable en el rostro y con un “querido hermano” en sus labios, te invitan a sus hogares muy amistosamente, o llegan a ti a través de internet y de las redes sociales, siempre con una cara amable, para luego ir envenenándote poco a poco, repitiéndote una y otra vez que eres mal musulmán, que Allah no está contento contigo, que para ser un buen musulmán tienes que hacer esto y lo otro, que mira lo que dice tal aleya del Corán o tal hadiz del Mensajero de Allah.

Ese es el primer paso, devaluarte como musulmán, hacerte sentir que eres un musulmán débil y que solo si les sigues a ellos serás un musulmán fuerte y Allah estará complacido contigo. Y esto es un primer paso al que solo se puede vencer con conocimiento del Din, con el conocimiento de lo que es, lo que implica, lo que significa el gran salvavidas que es Ahlu As-Sunna wal yama’a, la importancia que tiene el conocerlo y fortalecer con ello, porque si no tienes conocimiento para rebatirlo y eres ignorante e influenciable, caerás en sus redes, serás una presa fácil para ellos y te manipularán, hasta hacer contigo lo que quieran.

Y llegará entonces el siguiente paso, que es hacerte ver como enemigos a los que no son como tú; y tú los creerás porque creerás en ellos, confiarás en ellos, te gustará su discurso, embellecerán sus palabras con aleyas y hadices, te harán sentirte maltratado por la sociedad, te harán creer que estamos en guerra, que son el enemigo, que debes ir contra ellos donde quiera que estén, te harán sentir un paria rechazado y maltratado, y te dirán: “pero si haces esto, las puertas del Jardín, con decenas de huríes a tu servicio, se abrirán para ti…”.

No los creáis, pues mirad lo que dice Allah acerca de ellos en Su Libro: “Cuando los ves, te gusta su aspecto y, si hablan, sus palabras captan tu atención. Son como maderos que no sostienen nada. Creen que cualquier grito va dirigido contra ellos. Ellos son el enemigo, tened cuidado. ¡Qué Allah los mate! ¡Cómo mienten!”. (Munafiqun, 3).

Jutba de Shaykh Ahmed Bermejo,
Mezquita Mayor de Granada,
25 de agosto de 2017.