¿Podrían darse unos atentados como los de esta semana en París en una ciudad como Sevilla? España ya ha sido víctima del mayor atentado de Europa, pero Sevilla nunca ha sido una ciudad que se haya destacado por una presencia importante de islamistas radicales. No los había a principios del siglo XX ni tampoco los hay ahora. Eso no quita que un día pueda aparecer un lobo solitario, como se conoce en el argot policial a aquellos terroristas que actúan solos, sin formar parte ni seguir las directrices de una organización mayor.
Las comunidades musulmanas de la capital y de la provincia son especialmente cautelosas a la hora de detectar a los radicales. De hecho, hace unos años, denunciaron a un clérigo que predicaba la yihad en una mezquita de Los Palacios y Villafranca. El religioso fue expulsado de España y enviado de vuelta a su país de origen. Sevilla es una ciudad en la que hay muy pocos inmigrantes. Ahora hay incluso menos que hace unos años, ya que la brutal incidencia de la crisis económica y los elevados índices de paro han provocado que muchos extranjeros retornaran a sus países o se marcharan a otras zonas de España y de Europa.
Es cierto que los marroquíes son una de las comunidades de extranjeros más numerosas, pero no llegan ni a 6.200 personas, según los datos del servicio de estadística del Ayuntamiento actualizados hasta enero del año 2014. Se estima que el número de musulmanes que viven en Sevilla sea de alrededor de 7.000, una cifra muy baja en comparación con otras grandes ciudades españolas o con otras zonas de Andalucía como el Campo de Gibraltar, Granada o Almería.
Tras los atentados de París, las mezquitas de Sevilla, como las del resto de España, han contado con presencia policial en las inmediaciones, principalmente para evitar cualquier acto de rechazo o agresión. No ha habido nada. Ni siquiera la Policía Nacional y la Guardia Civil han elevado especialmente su nivel de alerta en las últimas horas, más allá del nivel 3 dictado por el Ministerio del Interior para toda España. En Sevilla capital, por ejemplo, sólo ha habido órdenes verbales a los policías nacionales para que a cada servicio acudieran dos vehículos en vez de uno, es decir, cuatro agentes, para una mejor reacción en caso de una emboscada.
La mayor comunidad de musulmanes de la capital se asienta en el distrito Macarena, donde existe una mezquita en el Cerezo a la que acuden a rezar a diario decenas de personas. En Ponce de León hay otra mezquita. Uno de sus fundadores, Jalid Nieto, no ha percibido especial rechazo en los últimos días. «Son días duros para nosotros, pero queremos dejar muy claro que estamos con el Estado francés, también con el español y con las fuerzas del orden. A los asesinos los queremos fuera del Islam, no nos causan ningún beneficio. Aunque hablen del Islam, son malhechores que no representan ni hacen ningún bien a los musulmanes», apuntó este representante de la Fundación Mezquita de Sevilla. Nieto dejó claro que ninguno de los imanes de la ciudad predican la guerra santa. «La dirección del Islam en Sevilla es la correcta. Igual ocurre con la mayoría de los fieles. Puede haber alguno que opte por una línea más radical, pero la gente que conozco es honesta y correcta».
Fernando Pérez Ávila
Diario de Sevilla