Intervención de Jalid Nieto en el acto inaugural del XVI Simposium Internacional de las XXII Jornadas de Cultura Islámica de Almonaster

Acto inaugural del XVI simposium internacional.
“Estética, traducción y diálogo interreligioso”

XXII Jornadas de Cultura Islámica de Almonaster la Real, Huelva
8 de octubre de 2022

Assalamualeikum, la paz con todos, buenos días.

Estoy aquí, invitado por el Exmo. Ayuntamiento de este bello pueblo de la Sierra, para compartir esta mesa con las ilustres personas que me acompañan. Doy pues las gracias a la corporación municipal, a su alcalde Jacinto J. Vázquez, a su Concejal de cultura Elisabet Moya y especialmente a Yolanda Benabat, técnica de cultura, que entendió que dado el tema que este año se expone, la comunidad precursora y cofundadora de estas jornadas debía de decir unas palabras en este acto. Aprovecho así mismo este momento para agradecer a la Profesora Fátima Roldán hacer un hueco para que expresemos ante esta selecta audiencia, la motivación fundamental de nuestra presencia desde hace más de 28 años en esta localidad.

De lo que voy decir y a contar tenemos entre nosotros un testigo y actor fundamental en el desarrollo de lo que ha acontecido en Almonaster en los últimos 40 años. Esta persona es D. Manuel Angel Barroso, al que saludo afectuosamente como siempre. 

En los tiempos que acontecen, no es fácil mantener una actividad como esta, extendiéndose más de dos décadas en una sociedad tan cambiante como la que nos ha tocado vivir. Y que esto ocurra con la presencia continua de una comunidad de musulmanes que participan en la organización y ofrecen un programa de actividades dentro de un clima de convivencia y dialogo renovado, es motivo de reflexión para todos.

Y digo renovado porque hemos tenido que superar crisis y resolverlas con este talante mencionado. De estos momentos hablaremos más tarde. Ahora permítanme un pequeño viaje en el tiempo. Un viaje al siglo XIII. Un siglo lleno de hombres y mujeres luminosos y de una alta ruhanía, no me gusta traducirla por espiritualidad, pero para no extendernos, entiéndanlo así.

DEL SIGLO XIII AL XXI. 

Quiero mencionar a Iman al Shustari natural de una aldea de Guadix Granada, vivió en Fez y murió en Egipto. (1212-1269) Es recordado por haber introducido el zéjel o moaxaja en el canto espiritual y por haber compuesto unas exquisitas moaxajas que aún se cantan. El andalusÍ Ibn Abad Ar-rundi un siglo después se refiere a como estas composiciones se usaban en las veladas de samaa para elevar a la audiencia hacia el campo de las visiones y experiencias ruhanis. No todas las tariqas sufís contemplaban el canto como medio de enseñanza y meditación, aunque esto ha estado muy extendido en especial en la Shadilia. (También transcrita como Al- Shadhiliyya)

Al Shustari , recibió por al Xatibi las enseñanzas de Sidi Abu Median al Gawz, el ilustre sevillano de Cantillana, y fue contemporáneo de Ibn al Arabi al Mursi, el Sheij al Akbar. Solo con estos nombres mencionados podemos hacernos una idea de la grandeza del tiempo vivido. Sabemos que el Sheij al Akbar no favorecía el canto en las noches de Dhikrulah. Pero si la shadilia con la que al Shustari estuvo en contacto en Egipto.

Sheij Shadili tomo su conocimiento del gran sheij del norte de marruecos Ibn Mashis, pasándolo a un andalusi afincado en Alejandría, Abul Abas al Mursi. Esta cadena continúa con Ibn Ataillah Al Iskandari, famoso por su gran obra, El HIkam, máximas que expresan el camino al conocimiento supremo y abandono de todo lo que no es Allah. 

Así dando algunos saltos la shadilia en Marruecos nutre su transmisión con Al Busiri autor de Al Burda, Imam Al Yazuli, autor de Dala´il al khairat, Sheij Darqawi uno de los grandes que nos dejó una excelente obra en sus “cartas” a los muriddin, y tras algunos hombres de Allah, llegó a Sheij Mohammed ibn al Habib  Al Fasi al Amghari, al idrisi, Al Hasani quien nos ha legado su gran Diwan y  fue el Sheij que dio ídem a nuestro Maestro Sheij Abdelqadir As-sufi, Rahimahulah. Y ahora llegamos a nuestro destino.  Es el ídem, el permiso, de este último sheij, enterrado en Ciudad del Cabo, lo que nos trajo con continuidad a Almonaster la real, desde 1994.

Hacia arriba la cadena llega hasta la luz del Mensajero, Sayyidina Muhammad la paz sea con él. Pero no es el objeto analizar la sílsila de la tariqa Qadiri shadili Darqawi que cada año hace la velada de samaa en la mezquita.  Una tariqa con trasmisión viva, cuyo acto en la mezquita no es otro, que mostrar su práctica interna al conocimiento de los buscadores y amantes del recuerdo en estas jornadas. Una lailatul fuqara, una noche de dhikr, que se hace según un patrón antiguo. Comienza con una recitación coránica, o con un wird, se entonan unas qasidas del diwan de un gnóstico de Allah, (en nuestro caso de Sheij Mohammed ibn al Habib, rahimahulah), se hace la imara o hadrat, se recita Al Qurán, hay un ders, discurso, y después de hacer duas, peticiones al Altísimo, se pasa a la cena compartida.  En algunas veladas cuando entre los cantores se sientan conocedores del canto mawual, es cuando las composiciones de Imam Shustari y otros, se introducen, elevando el clima entre los Dhakir.

EL IDHEM PARA EL DHIKR DE ALMONASTER.

Hacia 1988, Sidi Nafia Pérez por indicación de Sheij Abdelqadir as sufí, me invitó como compañero de viaje, a realizar un retorno a sus orígenes, al espacio donde se había retirado en la búsqueda de una vida en armonía con la naturaleza. Volvimos a Alhajar, a una aldea llamada El Cabezuelo, visitamos la humilde casita donde vivió, y algunos de los lugares que frecuentaba, viviendo de la huerta, unas cabras y la producción artesana. Pernoctamos en Almonaster, en una pensión, humilde, que era a lo que podíamos aspirar entonces en la sierra, poco visitada por la dificultad y estrechez de su carretera. (Sheij Nafia ha sido el promotor de la primera mezquita construida en S. Cristóbal de las Casas. Chiapas. Mexico.) De todo nuestro viaje, hicimos un reportaje fotográfico, que entregamos a nuestro maestro. Una de las cosas que resaltamos fue la mezquita. Hasta entonces denominada como castillo o ermita, pero Manuel Angel había situado en la subida al castillo, unos letreros en madera pirografiada que decía MEZQUITA. Después de este viaje, volvimos a participar en ciclos de conferencia que este Concejal de cultura, organizaba generalmente en los locales de la escuela primaria. Y así conocimos Almonaster.

Pasados los años, en 1994, Nuestro sheij retomo esta relación y nos puso de nuevo en dirección a Almonaster. Las enseñanzas y llamadas a cambiar la sociedad de nuestro maestro nos había llevado a vivir una experiencia comunitaria. Una experiencia como en los primeros tiempos del Islám ibérico se había vivido en la sierra de Córdoba junto a Ibn Masarra. Vivíamos en un semidesierto, una cortijada abandonada y derruida, en Atarfe, Granada, cerca del pantano del Cubillas, en una época de gran sequía, junto a un camino antiguo que conducía desde Caparacena, por el valle del rio Colomera hasta el pueblo del mismo nombre.

A este lugar, una pequeña finca de 5 hectáreas, le llamamos Medina Zahara. En el mejor momento llegamos vivir en este lugar hasta 80 personas. Una experiencia que requiere otro relato. Desde el lecho del rio, habíamos subido un Menhir hasta la colina, donde lo instalamos y le construimos un jardincillo alrededor. El remonte de esta gran piedra hasta su ubicación fue un trabajo que nos puso en contacto con los esfuerzos de nuestros ancestros. Un trabajo de tribu. Así que, en esta me encontraba, ajardinando nuestro símbolo de unión y fuerza. 

Desde la cortijada se oyó una voz que me reclamaba. Emir Jalid, le llama el Sheij. Abandoné a toda prisa la tarea y fui a atender el teléfono. Un teléfono que en aquellas circunstancias fué un regalo de la providencia. Funcionaba con energía solar que recargaba una batería y emitía por onda de radio hasta la central.

– Dígame usted, Sayyidina Sheij.

-Que haces me pregunto. –Sembrando romero. Y me hizo alusión al famoso torero de Sevilla.

Después de informarle sobre las novedades y progresos, me dijo:  

-“Quiero que haga usted dos Dhikras. Uno en el shark de Al Andalus y otro en el Garb.

El del Shark, en honor de Sidi Bono. En la zona de Alicante.

El del garb en esa mezquita que sidi Nafia y usted me enseñaron en fotografías. En Almonaster. Huelva.

Por conocimiento y relaciones emprendimos la realización del dhikra de Almonaster. Se hicieron gestiones con el Ayuntamiento, y con el camino expedito pusimos en marcha el primer dhikra. Se realizó el sábado 15 de octubre de 1994, con el trabajo de la Tariqa, tanto los fuqara que vivían en la Medina, como los que vivían en Granada. Se vivió como un Moussem de montaña, de esos que habíamos vivido en Marruecos. Se montó una Jaima, para atender la logística del dhikra y los viajeros, entre los que se encontraban los fuqara de Sevilla que se habían unido al viaje. Y ese pueblo desconocido entonces para la mayoría de los andaluces y españoles, recibió la baraka de nuestro sheij con la visita de sus fuqara.

En 1995 tomé de nuevo la dirección de la comunidad de Sevilla, y dimos continuidad a esta acción de manera propia y como acción de la comunidad sevillana. Estas ediciones eran muy sencillas.  El sábado a Magrib hacíamos la velada de samaa e invitábamos al pueblo a cenar con nosotros. Y el domingo por la mañana recitábamos Corán, hacíamos las oraciones y por la tarde volvíamos a Sevilla. Era tan apreciado este dhikra que viajaron desde diferentes partes de España a realizarlo junto a nosotros. En ese tiempo cocinábamos en el entorno de la mezquita y la noche del dhikra nos alojábamos en ella bien abrigados.

Algunos viajeros, para financiar sus gastos de viaje comenzaron a poner puestecillos con jabones artesanales, inciensos, sedas pintadas a mano, perfumes, etc. Y cada año crecía el número de puestos.

Nuestro querido Manuel Angel, con idea ya de ferias medievales funcionando, nos pidió si podíamos traer más puestos y crear un ZOCO. Así comenzó una nueva etapa que se   denominó Jornadas de cultura islámica. Con Dhikr, conferencias, Zoco, conciertos y animación callejera con pasacalles diversos. Esto fue ya en el año 2000. Fecha en las que se enumera las 1ª Jornadas de Cultura islámica en Almonaster. Posteriormente las conferencias fueron sustituidas por el simposium universitario, que dejó de contar con las conferencias que impartíamos tradicionalmente. Pero nuestra comunidad conservo dos conferencias propias en el evento.  

Quería poner en vuestro conocimiento este proceso, porque no tenemos la menor duda que hemos contribuido al desarrollo, riqueza y transformación de este amado pueblo.

DIALOGO Y CONVIVENCIA.

Desde que vinimos a realizar el primer Dhikra, hemos contado con los vecinos y hemos convivido con ellos durante estos días, desde hace veintiocho años.  Ciertamente que hemos pasado baches en las relaciones y crisis profundas, además de capear temporales que nos sobrecogían como al resto de la sociedad. Vamos a enumerar algunos de los momentos difíciles, que fueron siempre abordados por ambas partes, Ayuntamiento y Comunidad, con el mayor respeto y actitud dialogante.

AÑO 2001.  ATENTADO A LAS TORRES GEMELAS.

Con este acontecimiento se impuso un discurso, del que desde entonces se culpabiliza a los musulmanes y al islam, de actos que nada tienen que ver con su realidad histórica y sentir general en estos tiempos.

Pero imaginaros, celebradas las primeras jornadas con un éxito que apuntaba a un futuro en expansión, en septiembre de 2001, justo a un mes de celebrar las segunda jornadas, sufrimos, este execrable atentado, con un impacto mediático coordinado que nos dejaba compungidos y casi sin capacidad de reacción.  Pero tras un primer análisis en el seno de nuestra comunidad, tomamos la actitud de afrontar con valentía y a las claras los trágicos hechos que conmocionaron a la mayor parte de la población.

Inmediatamente llamamos a Manuel Angel, nuestro interlocutor con el Municipio, y ambos compartíamos la necesidad de dar continuidad a las jornadas renovando la presencia de la Comunidad Islámica. La presentación de ese año creo una expectativa desbordante. Y se acercaron medios de comunicación de carácter nacional y regional. Así como diversas televisiones. Nuestro mensaje fue claro, “El terrorismo no forma parte de la creencia musulmana”, mensaje y trabajo que desde el ámbito educativo ya veníamos haciendo con nuestros hijos y jóvenes. Pues habíamos implementado un programa educativo que se fundamentaba en tres principios. “Amor al país. Amor al paisano. Amor al paisaje.” Siendo Almonaster un espacio de educación activa en valores y convivencia.

2004.  CONTENIDOS ERRONEOS EN LA PROGRAMACION DEL SIMPOSIUM.

Desde que las actividades culturales comenzaron, especialmente las conferencias habíamos tenido una participación abierta en ellas. Con el cambio de formato al simposium universitario, nuestras conferencias como dijimos dejaron de estar dentro de este programa académico. Pero por inercia nosotros asistíamos con regularidad para recibir contenidos relacionados con la historia del Islam en Andalucía y la península ibérica. Y aunque en algunos casos no entendíamos el enfoque, se exponía con cierta positividad los logros de este período histórico de nuestra historia. No fue percibido así, este año 2004, donde después de analizar los títulos de las conferencias académicas con los responsables del Ayuntamiento, vimos que ese espíritu de exponer con naturalidad los diferentes aspectos del islam en Al Andalus, había girado de tal forma que más bien, ese ciclo era todo lo contrario. Lo que hemos descubierto es que el discurso académico no está ajeno a las ideologías personales, y mucho menos a los intereses de lo conveniente, difundido desde los centros de creación de contenidos e implementación de nuevas ideas, para favorecer determinados enfoques en la política y la ideologización de la gente. Después de 2001, el discurso de GEORGETOWN del entonces presidente José Maria Aznar creo una inflexión en la valoración de este periodo de la historia peninsular. Al cual se sumaron intelectuales y allegados creando una literatura histórica de base periodística, con un libro de estilo, en el que la civilización islámica ha sido denostada desde entonces, incluyendo los parámetros por el que islam se expresa. Las mentiras repetidas han creado una verdad ficticia, pero admitida. Ahora el arabismo y medievalismo se está convirtiendo en un órgano de reinterpretación del Islam como forma de vida. En la mayoría de los casos para confrontarlo negativamente, más que críticamente. Parece que estas dos áreas de los estudios universitarios se declinan más hacia la islamología, un saber incipiente cuyo asunto principal es redefinir la tradición del Islam, usando sus fuentes de conocimiento, en la pretensión de sustituir a los sabios del Din. (Y como han dicho siempre la gente de conocimiento genuino, ALLAHU ALIM, Allah es el conocedor y el sabio.)

La decisión que tomó la Concejalía de cultura, fue un cambio de director de las jornadas, empezando un nuevo ciclo que dura hasta el día de hoy.

2014.  RETIRADA Y REGRESO A LA PARTICIPACION. 

La presencia de nuestra comunidad en ámbitos internacionales, nos obliga a tener al menos un denominador común de los contenidos que recogemos en nuestras memorias y la comprensión del islam en ámbitos de Fundaciones y organismos en diversos países de mayoría musulmana.

Llevábamos algunos años con cierto malestar entre los participantes por no entender algunas de las formas elegidas para distraer. Este año en concreto hubo un pasacalle en el que un hombre caracterizado como musulmán era un ladrón y un borracho. Nuestros hijos y jóvenes nos han acompañado siempre, nuestra presencia tiene un factor educativo y de transmisión de principios vitales de una manera activa y directa, y esto era un antivalor. Máxime cuando se llamaba Mohamé en el papel interpretado, manera despectiva de nombrar al Profeta del islam, la paz sea con él. Como resultado algunos de los participantes abandonaron la edición, y hubo que sentarse con la dirección del teatro y la dirección de las jornadas. Y pedir respeto, y que por favor no se representase en el espacio donde se concentraba la comunidad, que era y es la plaza que se abre bajo las gradas de la iglesia de Almonaster. La comunidad no se fue y concluimos las jornadas. Pero al año siguiente, donde se produjo cambios en la dirección de la comunidad, a nivel Sevilla y España, se decide no volver a Almonaster, después de más de 20 años de presencia.

Para los sevillanos era una decisión difícil de digerir. Dado que habíamos asumido la organización por encima de nuestra entidad nacional. Así que pensamos una estrategia, que nos visualizara, pero en retirada. Asistimos al acto de inauguración, entregamos un obsequio con el lema de la mezquita de Sevilla, bellamente enmarcado, como agradecimiento al Ayuntamiento de Almonaster y su gente. También sugerimos que el dhikra, fuese sustituido por un recital de la cantante andalusí, Iman Kandoussi, al mismo tiempo que pedimos a ella que interpretara alguna qasida y tradujera su contenido. Pero fue evidente que faltábamos. El pueblo se preguntó dónde estaba la comunidad. Ese año los responsables estábamos en Sudáfrica en el Moussem de nuestro maestro, Sheij Abdelqadir as sufí. Pero expectante a los mensajes de Almonaster.  Las cartas se habían jugado y todo apuntaba a una retirada definitiva. Pero… La nueva corporación municipal decidió que debíamos volver. Que nosotros éramos parte de este evento desde su nacimiento. Y que la gente preguntaba por qué no estábamos. La primavera se abrió con una emotiva carta que Yolanda Benabat, en nombre del Alcalde y los concejales nos dirigía, para que sentados viésemos como arreglar y corregir mutuamente nuestras diferencias.  Se produjo una reunión en el Hotel Posada del Lucero, en el centro de Sevilla capital, y tras un denso debate la comunidad decidió volver de nuevo a las Jornadas. Con espíritu renovado, mucho más participante en el diseño y contenidos y aportando un elemento novedoso, invitar a un país cada año del orbe de los países de tradición islámica. Así es como con voluntad de trabajar juntos y con una estima de fondo nacida de años de acción mutua, las jornadas crecieron en empuje y renovación. 

Convivencia y diálogo no son palabras huecas, contienen en si un mensaje que llama a una actitud abierta al otro, a encajar errores y corregirse mutuamente, a cambiar puntos de vista, y a leer en el otro la mejor voluntad en sus acciones y decisiones. Juzguen estos hechos. Y entiendan que practicarlos no es estar uno al lado del otro sin interactuar. Como si de agua y aceite se tratara. 

Buenos días a todos, con el deseo que lo que en este simposium se debate desborde el recipiente de esta sala y contagie a la gente del conocimiento y la verdad a la que servimos.  Salam.