Jutba en respuesta a los atentados de Paris

Musulmanes, os exhorto a que tengáis Taqwa de Allah.

“Y llevad provisiones, aunque la mejor provisión es el temor (de Allah). Así pues, guardaos, vosotros que entendéis la esencia de las cosas”.

Dice Allah, subhanahu wa ta’ala, en Su Libro:

“Y el que haya hecho el peso de una mínima partícula de bien, lo verá; y el que haya hecho el peso de una mínima partícula de mal, lo verá”.

Siervos de Allah, ciertamente todo lo que hacemos en nuestra vida queda registrado. Nuestras palabras, nuestras acciones e, incluso, nuestras intenciones son anotadas por dos nobles ángeles a los que Allah les ha encomendado esta tarea; y la cumplen con escrupulosidad, no dejan nada sin anotar, y el Día del Levantamiento, cuando estemos frente a Allah, sin intérprete ni traductor, vendrán estos dos ángeles y, en un lado de la balanza, pondrán las buenas acciones que hayan anotado a lo largo de nuestra vida y, en el otro lado, pondrán las malas acciones que hayamos cometido. Si el plato de la balanza de las buenas acciones es más pesado, con el permiso de Allah, entraremos en el Jardín; si el plato de la balanza de las malas acciones es más pesado, entonces nuestro destino será el Fuego de Yahannam. Y que Allah nos libre y nos proteja de él.

¿Cómo es posible, entonces, que sabiendo como sabemos esto, haya gente que llamándose a sí mismos musulmanes, lo que significa que tienen que saber esto, causen delitos y transgresiones tan graves como de las que hemos sido testigos hace tan solo unos días? ¿Acaso se creen superiores? ¿Acaso creen que están por encima de este principio que es la base de nuestro Din?

Es imposible, nadie está por encima de esto. No hay nadie que pueda justificar cometer asesinatos de gente inocente, no hay excusa posible, no hay enseñanza en el Din, no hay aleya en el Corán, no hay hadiz del Mensajero de Allah, s. a. w. s., que permita ni que llame a cometer este tipo de actos despreciables. El Islam es inocente; en el Islam no tiene cabida este tipo de gente. Los que hacen estos actos están completamente fuera del Islam y no son de los musulmanes. Es imposible que lo sean, pues están yendo contra los principios más básicos de nuestro Din.

Dice Allah en Su Libro:

“Realmente en el Mensajero de Allah tenéis un hermoso ejemplo para quien tenga esperanza en Allah y en el Último Día y recuerde mucho a Allah”.

El Mensajero de Allah, sallallahu alaihi wa sallam, es nuestro ejemplo, es el modelo que debemos imitar, es nuestra referencia y es el que de verdad merece ser seguido, puesto que él es el mejor ser humano que ha habido y habrá sobre la faz de la Tierra.

¿Acaso el Mensajero de Allah hizo a lo largo de su vida algún acto como el que han cometido este tipo de gente tan despreciable? No, jamás lo hizo. ¿Cómo es posible entonces que gente que se hacen llamar sus seguidores los cometan?

Ciertamente, el Mensajero de Allah, el mejor de la creación, el más justo de todas las criaturas, era un hombre que devolvía el bien por el mal, convirtiendo así a sus enemigos en amigos. Era un hombre que no se enfadaba, a no ser que se traspasaran los límites de Allah, y era un hombre que, por encima de todas las cosas, aplicaba la justicia, ya fuera a su favor o en su contra.

Este hombre, elegido por Allah de entre nosotros mismos, que nos purifica y nos enseña el Libro y la Sabiduría, es el ejemplo que debemos tener en nuestras vidas. Y esto no es algo imposible, no podemos decir que su guía y su enseñanza ya no son aplicables en el mundo en el que vivimos. Por supuesto que lo son, y con más razón en estos tiempos turbios de fitnas y tribulaciones.

Cuando el Mensajero de Allah fue a Taif a difundir en esa tierra la llamada del Islam, reunió a la gente y comenzó a hablarles. Le escucharon, pero se burlaron de él; le increparon, le insultaron, le persiguieron arrojándole piedras, y no tuvo más remedio que huir y refugiarse en un huerto. Estando en ese lugar, vino a él el ángel de las montañas, que le dijo: “Oh Muhammad, Allah ha escuchado lo que ha dicho esa gente y te ha enviado al ángel de las montañas para que le pidas lo que quieras; si lo deseas, los aplasto con los montañas”. ¿Qué respondió el Mensajero de Allah, que había sido insultado, maltratado y golpeado? Dijo: “No. Lo que espero es que Allah haga surgir de entre ellos a los que adoren a Allah sin asociar nada con Él”.

Este es el ejemplo, este es el modelo, esto es lo que los musulmanes debemos seguir, a esto es a lo que nos llama el Islam, esta es de verdad la sabiduría, la misericordia y el perdón que todos los musulmanes debemos adoptar en nuestras vidas.

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Siervos de Allah, ciertamente es doloroso para nosotros tener que escuchar y ver lo que ocurre a nuestro alrededor. Nos aflige y hace daño a nuestros corazones la cantidad de sufrimiento que un puñado de gente despreciable está causando, el enorme mal que unos pocos están haciendo a la imagen del Islam y a los musulmanes; y lo peor de todo es que esa gente, esos seres desviados, proclaman actuar en el nombre del Islam. Os lo vuelvo a repetir una vez más, el Islam está libre de esta gente, el Islam es inocente de lo que estos seres hacen. El que actúa de esta manera no está siguiendo el Islam, por lo que no puede contarse entre los musulmanes. Realmente son hipócritas, que dicen con sus lenguas lo que no hay en sus corazones; peor que eso, son de los jawariy.

Dice Allah:

“Cuando los ves, te gusta su aspecto y, si hablan, sus palabras captan tu atención. Son como maderos que no sostienen nada. Creen que cualquier grito va dirigido contra ellos. Ellos son el enemigo, tened cuidado. ¡Qué Allah los mate! ¡Cómo mienten!” (Munafiqun, 3).

Estos son los hipócritas. Estos son los enemigos, los que creen que cualquier grito va dirigido en su contra, los que tienen el corazón sellado, los que no son capaces de entender, los que dicen con su lengua lo que no hay en sus corazones, los que juran por Allah que son de los musulmanes sin que sea verdad, los que desvían a los creyentes del camino de Allah, los que desvían a la gente ignorante, los que hacen que un puñado de desgraciados se pongan unas bombas y asesinen a gente inocente, los que se dicen musulmanes pero no hacen lo que ha establecido el Islam. Tened cuidado, ellos son el enemigo, ellos son el enemigo del Islam y son el enemigo de los seres humanos.

Tened temor de Allah, siervos Suyos. Alejaos de este fanatismo, alejaos de esta locura que vemos a nuestro alrededor. Hacedlo volviéndoos a Allah con sinceridad, aferrándoos a la sunna del Mensajero de Allah, con los dientes si fuera necesario, todos unidos por Allah y por Su Mensajero, cumpliendo con lo que Allah y Su Mensajero nos ordenan, alejándoos de lo que Allah y Su Mensajero nos prohíben. Así seremos sinceros, así verá Allah la sinceridad de nuestros corazones y nos dará la victoria como se la dio a los musulmanes sinceros en Medina, cuando los enemigos les atacaban por todos los frentes. Esta es la sunna de Allah que se repite en Su universo. Si somos sinceros en nuestro amor a Allah y a Su Mensajero, Allah nos dará el éxito y el triunfo en esta vida y en la Próxima.

Oh Allah, te pedimos que nos des sinceridad hacia Ti. Oh Allah, protégenos del mal de la fitna.  Oh Allah, protégenos del mal de Tus enemigos y danos un amor sincero por Ti y por Tu Mensajero que nos conduzca a lo mejor de esta vida y de la Próxima.

Jutba de Sheij Ahmed Bermejo
Mezquita Mayor de Granada